Una nave ha volado lo suficientemente cerca del Sol como para detectar el origen de los vientos solares

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Concepto artístico de la nave espacial Parker Solar Probe acercándose al sol. Lanzada en 2018, la sonda está aumentando nuestra capacidad para predecir los principales fenómenos meteorológicos espaciales que afectan a la vida en la Tierra. Crédito: NASA
Concepto artístico de la nave espacial Parker Solar Probe acercándose al sol. Lanzada en 2018, la sonda está aumentando nuestra capacidad para predecir los principales fenómenos meteorológicos espaciales que afectan a la vida en la Tierra. Crédito: NASA

El rápido viento solar que llena la heliosfera se origina en las profundidades de las regiones de campo magnético abierto del Sol denominadas "agujeros coronales". La fuente de energía responsable de la aceleración del plasma es objeto de un amplio debate; sin embargo, existen pruebas de que, en última instancia, es magnética, con mecanismos candidatos que incluyen el calentamiento por ondas y la reconexión por intercambio.

En un nuevo estudio, un equipo de científicos presenta mediciones de corrientes rápidas de viento solar obtenidas con la Parker Solar Probe que demuestran claramente la existencia del mecanismo de reconexión por intercambio. Las características se pierden cuando el viento solar abandona la corona como un chorro homogéneo de partículas cargadas. La sonda Parker Solar Probe de la NASA ha volado lo suficientemente cerca del Sol como para detectar la fina estructura del viento solar cerca de donde se forma en la superficie del Sol.

Es como ver los chorros de agua que emanan de la alcachofa de una ducha a través del chorro de agua que te golpea en la cara.

Los agujeros coronales, según el análisis del equipo, se asemejan a cabezales de ducha, con chorros distribuidos de forma relativamente uniforme que salen de regiones brillantes donde las líneas del campo magnético entran y salen en embudo de la superficie del Sol. Los investigadores sostienen que las partículas cargadas son lanzadas fuera del Sol cuando campos magnéticos con direcciones opuestas se cruzan en estos embudos, que pueden tener 18.000 millas de diámetro.

Los investigadores concluyen que el viento solar sólo podría producirse por este fenómeno, conocido como reconexión magnética, basándose en la presencia de algunas partículas de alta energía que ha descubierto la Parker Solar Probe, partículas que viajan entre 10 y 100 veces más rápido que la media del viento solar. El objetivo principal del lanzamiento de la sonda en 2018 era zanjar un debate entre las teorías enfrentadas de la reconexión magnética y la aceleración por plasma u ondas de Alfvén como fuente de las partículas de alta energía que componen el viento solar.

Stuart D. Bale, catedrático de Física de la Universidad de California en Berkeley, declaró: "La gran conclusión es que es la reconexión magnética dentro de estas estructuras de embudo la que proporciona la fuente de energía del viento solar rápido. No procede de cualquier parte de un agujero coronal, sino que se subestructura dentro de los agujeros coronales a estas células de supergranulación. Proviene de estos pequeños haces de energía magnética que están asociados a los flujos de convección. Nuestros resultados, creemos, son una fuerte evidencia de que es la reconexión la que está haciendo eso".

Fuentes, créditos y referencias:

Universidad de California, Berkeley - Stuart Bale, Interchange reconnection as the source of the fast solar wind within coronal holes, Nature (2023). DOI: 10.1038/s41586-023-05955-3. www.nature.com/articles/s41586-023-05955-3

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