Estos diminutos parásitos pueden literalmente saltar utilizando electricidad estática, ¡y es alucinante!

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Las cámaras captaron cómo los nematodos se adherían a moscas de la fruta con carga eléctrica. Credito Victor Ortega-Jiménez

Las cámaras captaron cómo los nematodos se adherían a moscas de la fruta con carga eléctrica. Credito: Victor Ortega-Jiménez

La electricidad estática suele parecernos algo trivial: una chispa al tocar una perilla, el cabello erizado al quitarte un suéter. Pero en el mundo microscópico, esa misma fuerza invisible puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. Para algunos seres diminutos, la estática es una herramienta de supervivencia: ayuda a las abejas a recolectar polen, a las arañas a atrapar presas y a ciertos ácaros a viajar largas distancias pegándose al plumaje de los colibríes.

Un grupo de científicos acaba de descubrir que también los diminutos nematodos —gusanos redondos parasitarios— aprovechan esta energía para lanzarse al aire y adherirse a un huésped. La investigación, publicada en PNAS, muestra que estos organismos pueden saltar hasta 25 veces la longitud de su cuerpo gracias a la electricidad estática.

El equipo utilizó microscopía de alta velocidad para capturar el momento exacto en que los gusanos se adherían a sus objetivos: moscas de la fruta. El proceso fue más complejo de lo que parece. Para controlar la carga eléctrica de los insectos, los investigadores tuvieron que colocarles pequeños cables de cobre conectados a una fuente de alto voltaje en sus diminutas espaldas. “Es muy difícil pegar un cable a una mosca de la fruta”, admite con humor Víctor Ortega-Jiménez, coautor del estudio y profesor asistente de biomecánica en la Universidad de California, Berkeley. “A veces me toma media hora o incluso una hora”.

Una vez “cableadas” las moscas, los científicos observaron cómo 19 nematodos interactuaban con ellas. Cuando los insectos tenían una carga eléctrica semejante a la de un insecto volador, los 19 gusanos lograron adherirse con éxito. Sin esa carga, apenas lo conseguían. La física reveló así una estrategia adaptativa hasta ahora desconocida. “Estamos ayudando a abrir camino a un nuevo campo: la ecología electrostática”, explica Ranjiangshang Ran, investigador posdoctoral en la Universidad de Pensilvania y coautor del estudio.

Para ir más allá, los investigadores construyeron un pequeño túnel de viento que les permitió medir cómo afectaba la brisa a las probabilidades de éxito del salto. Con esos datos desarrollaron un algoritmo que calcula la probabilidad de que un nematodo alcance su objetivo según la intensidad de la carga eléctrica. Con solo 100 voltios, la posibilidad de éxito era menor al 10 %. Pero al aumentar la carga a 800 voltios, la cifra se disparaba hasta un 80 %.

El estudio ha fascinado a otros expertos en biomecánica. Marc Badger, investigador especializado en electrostática de colibríes, calificó la investigación como “realmente genial”. En declaraciones al New York Times, subrayó que las interacciones entre parásitos y huéspedes son una auténtica “carrera armamentista evolutiva”, donde los parásitos desarrollan nuevas capacidades que les permiten colonizar diferentes especies.

“En estas escalas, ocurren fenómenos físicos tan sorprendentes que lo mejor es desechar por completo nuestra intuición cotidiana”, comenta Badger. “Es emocionante ver cómo estos diminutos organismos aprovechan un mundo invisible del que apenas estamos empezando a comprender su poder”.

Fuentes, créditos y referencias:

Ran, R., Burton, J. C., Kumar, S., Bhamla, S., Dillman, A. R., & Ortega-Jimenez, V. M. (2025). “Electrostatics facilitate midair host attachment in parasitic jumping nematodes,” published in Proceedings of the National Academy of Sciences, October 21, 2025 | vol. 122 | no. 42. doi:10.1073/pnas.2503555122

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