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| (Roberson et al., Ecology & Evolution, 2025) |
Científicos de la Universidad de Georgia están descubriendo un nuevo lado —literalmente brillante— de los murciélagos nativos del estado. Un equipo del Warnell School of Forestry and Natural Resources ha comprobado que seis especies diferentes emiten una tenue luz verdosa cuando son expuestas a radiación ultravioleta.
El hallazgo no es menor: a diferencia de otros mamíferos, no es el pelaje lo que brilla, sino la piel misma. “Entre sus patas y en las alas —una zona llamada patagio— la fluorescencia ocurre dentro de la piel, lo que resulta fascinante porque es algo distinto a lo observado en otros animales”, explicó la investigadora Briana Roberson, una de las autoras del estudio.
Para entender mejor este fenómeno, el equipo analizó ejemplares conservados en el Museo de Historia Natural de Georgia. Algunos de ellos llevaban casi un siglo preservados, pero aun así mostraban el mismo resplandor bajo la luz UV.
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Algunos de los murciélagos fotoluminiscentes que se están estudiando. (Roberson et al., Ecology & Evolution, 2025) |
El efecto se vuelve particularmente interesante al anochecer, cuando el entorno se tiñe de tonos azulados y aumenta la proporción de radiación ultravioleta. Roberson señala que el brillo verdoso que emiten los murciélagos corresponde a una longitud de onda de alrededor de 500 nanómetros. Aunque los humanos no podemos verlo directamente, los murciélagos sí podrían hacerlo.
“Ese rango de longitudes de onda está muy conservado en su visión, incluso entre familias que no están estrechamente relacionadas”, indicó Roberson. Esto sugiere que la capacidad de percibir ese brillo podría tener algún propósito común dentro del orden de los quirópteros.
Sin embargo, el motivo detrás de esta bioluminiscencia sigue siendo un misterio. El equipo ha descartado varias hipótesis, como la del camuflaje. “Estudiamos especies que descansan en hábitats distintos —algunas en cuevas, otras en árboles— esperando ver variaciones en el color del brillo si servía como camuflaje, pero no encontramos diferencias”, aclaró Roberson.
Tampoco hay evidencia de que la fluorescencia esté relacionada con la reproducción o el reconocimiento entre sexos. Si tiene alguna función biológica, podría estar vinculada al vuelo o a la búsqueda de alimento, ya que el resplandor se concentra principalmente en las alas y no es tan visible cuando los murciélagos están en reposo.
Comprender este rasgo podría ofrecer pistas valiosas para la conservación de estos animales. Varias especies de murciélagos están en declive debido a la pérdida de hábitat y a enfermedades como el síndrome de la nariz blanca, causado por un hongo que —curiosamente— también brilla bajo luz ultravioleta.
Otros mamíferos también muestran fotoluminiscencia, como el tuza del sureste de Estados Unidos, pero los registros suelen describirse en términos vagos —rojo, azul, púrpura—, lo que complica la comparación entre estudios.
“Una de las metas principales de nuestra investigación fue documentar la fotoluminiscencia de manera medible y reproducible”, afirmó Roberson. Al especificar las longitudes de onda exactas del brillo, los científicos buscan crear una base de datos más precisa que permita comparar especies y comprender cómo este fenómeno evoluciona y se mantiene en la naturaleza.
Cada nuevo destello bajo la luz ultravioleta podría revelar algo más profundo sobre la vida nocturna de los murciélagos y los secretos que aún guarda su misterioso vuelo.