Los dinosaurios estaban en su apogeo antes de que cayera el asteroide

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Los científicos estiman que hace unos 66 millones de años un asteroide impactó contra la Tierra, provocando la extinción masiva de todos los dinosaurios, excepto las aves. Fotografía Gerd AltmannPixabayPA

Los científicos estiman que hace unos 66 millones de años un asteroide impactó contra la Tierra, provocando la extinción masiva de todos los dinosaurios, excepto las aves. Fotografía: Gerd Altmann/Pixabay/PA

Durante décadas, la gran pregunta ha sido si los dinosaurios ya estaban condenados antes del impacto del asteroide o si fue precisamente esa catástrofe la que puso fin a su reinado. Ahora, un nuevo estudio reaviva el debate con una conclusión clara: los dinosaurios estaban prosperando hasta el último momento.

Hace unos 66 millones de años, en el Cretácico tardío, un enorme asteroide chocó contra la Tierra y desencadenó la extinción masiva que borró del mapa a casi todas las especies de dinosaurios, excepto las aves. Sin embargo, algunos científicos habían sostenido que estas criaturas ya atravesaban un lento declive evolutivo. Esa hipótesis acaba de tambalearse.

Un equipo dirigido por el Dr. Andrew Flynn, de la Universidad Estatal de Nuevo México, analizó con precisión una formación rocosa llamada Miembro Naashoibito, ubicada en la cuenca de San Juan. Los resultados, publicados en la revista Science, revelan que los dinosaurios seguían siendo abundantes y diversos poco antes del impacto. “Nuestros datos muestran que, al menos en América del Norte, no estaban en camino a la extinción”, afirmó Flynn.

Investigadores recogen muestras paleomagnéticas en la cuenca de San Juan, al noroeste de Nuevo México. (Crédito de la imagen: Steven L. Brusatte)

Investigadores recogen muestras paleomagnéticas en la cuenca de San Juan, al noroeste de Nuevo México. (Crédito de la imagen: Steven L. Brusatte)

Para llegar a esta conclusión, el equipo utilizó dos métodos de datación. El primero midió la proporción de isótopos de argón dentro de los cristales del terreno, lo que permitió determinar la edad máxima de su formación. El segundo analizó la orientación de diminutas partículas magnéticas atrapadas en las rocas, las cuales conservan la dirección del campo magnético terrestre en el momento en que se formaron.

Ambos métodos coincidieron en un punto clave: la capa donde se hallaron los fósiles de los últimos dinosaurios del sur de Norteamérica se formó apenas 350.000 años antes del evento de extinción. En términos geológicos, eso es casi nada. “Estos son los últimos dinosaurios que caminaron por esta región”, subrayó Flynn.

El hallazgo también sugiere que la fauna de esa época era más variada de lo que se pensaba. “No existía una comunidad uniforme de dinosaurios en toda Norteamérica que los hiciera más vulnerables a la extinción”, explicó el investigador. Mientras que en el norte abundaban los triceratops y los edmontosaurus, típicos dinosaurios con pico de pato, en el sur se encontraban especies con crestas elaboradas y, sobre todo, gigantes de cuello largo como el alamosaurus.

El paleontólogo Steve Brusatte, de la Universidad de Edimburgo y coautor del estudio, destacó que ese alamosaurus podía alcanzar los 30 metros de largo y pesar más que un avión Boeing 737. “No hay señales de que estos dinosaurios estuvieran en problemas o que atravesaran un declive prolongado”, aseguró.

Flynn sugiere que la idea de una disminución general en la diversidad pudo surgir por un sesgo en el registro fósil: hay menos formaciones expuestas del final del Cretácico, y por lo tanto menos fósiles disponibles para estudiar. “Hasta donde podemos ver, no había ninguna razón para que desaparecieran... salvo el impacto del asteroide”, añadió.

El profesor Michael Benton, paleontólogo de la Universidad de Bristol, quien no participó en la investigación, calificó los resultados como “muy emocionantes”. Sin embargo, también recordó que se trata de datos de una sola localidad, por lo que no necesariamente reflejan la situación en todo el continente ni en el resto del planeta.

Aun así, la nueva evidencia obliga a replantear una narrativa que parecía asentada: los dinosaurios no se extinguieron porque estaban destinados a hacerlo, sino porque el azar cósmico decidió cruzarse en su camino. Un impacto, un instante, y un reinado de más de 160 millones de años llegó a su fin.

¿Y si aquel asteroide hubiese pasado de largo? Tal vez hoy los humanos no seríamos los protagonistas de esta historia.

Fuentes, créditos y referencias:

Andrew G. Flynn et al, Late-surviving New Mexican dinosaurs illuminate high end-Cretaceous diversity and provinciality, Science (2025). DOI: 10.1126/science.adw3282. www.science.org/doi/10.1126/science.adw3282

Lindsay Zanno, Dinosaur diversity before the asteroid, Science (2025). DOI: 10.1126/science.aeb5725 www.science.org/doi/10.1126/science.aeb5725

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