Esta estrella fugitiva atraviesa el espacio a más de 160.000 kilómetros por hora

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En esta imagen compuesta, una onda de choque roja arqueada que se asemeja a cintas de luz roja se aleja de una estrella azul brillante y eléctrica, rodeada por una fantasmal nube verde de gas. Crédito: Rayos X: NASA/CXC/Dublin Inst. Advanced Studies/S. Green et al.; Infrarrojo: NASA/JPL/Spitzer
En esta imagen compuesta, una onda de choque roja arqueada que se asemeja a cintas de luz roja se aleja de una estrella azul brillante y eléctrica, rodeada por una fantasmal nube verde de gas. Crédito: Rayos X: NASA/CXC/Dublin Inst. Advanced Studies/S. Green et al.; Infrarrojo: NASA/JPL/Spitzer

Situada a unos 440 años luz de la Tierra, Zeta Ophiuchi es una estrella caliente con un pasado complicado. La estrella es 20 veces más masiva que el Sol, y probablemente fue expulsada de su lugar de nacimiento por una poderosa explosión estelar.

Según mediciones anteriores, Zeta Ophiuchi fue expulsada a una velocidad de unos 160.000 kilómetros por hora cuando su compañera de órbita cercana fue obliterada en una explosión de supernova hace más de un millón de años.

Una nueva mirada del Observatorio de rayos X Chandra de la NASA ayuda a contar más de la historia de esta estrella fugitiva. Esta nueva imagen compuesta muestra la magnífica onda de choque (en rojo y verde) creada por la materia que se desprende de la superficie de la estrella y choca con el gas a su paso. La onda de choque fue creada por la materia que se desprende de la superficie de la estrella y choca con el gas que encuentra en su camino. Según los datos de Chandra, la estrella está rodeada por una burbuja de emisión de rayos X (azul) creada por el gas calentado a decenas de millones de grados por la onda de choque.


Un equipo de astrónomos del Instituto de Estudios Avanzados de Dublín (Irlanda) ha creado las primeras simulaciones informáticas completas de la onda de choque. Han comenzado a examinar la adecuación de los modelos a los datos de las observaciones realizadas con longitudes de onda de rayos X, ópticas, infrarrojas y de radio.

Los tres modelos informáticos preveían una emisión de rayos X más débil que la observada. La burbuja de emisión de rayos X es más brillante cerca de la estrella, mientras que dos de los tres modelos informáticos predicen que la emisión de rayos X debería ser más brillante cerca de la onda de choque.

En el futuro, los científicos están planeando probar modelos más complicados con física adicional, incluyendo los efectos de la turbulencia y la aceleración de partículas. Su objetivo es ver si la concordancia con los datos de rayos X mejora.

Fuentes, créditos y referencias:

Thermal emission from bow shocks. II. 3D magnetohydrodynamic models of zeta Ophiuchi. S. Green, J. Mackey, P. Kavanagh, T. J. Haworth, M. Moutzouri, V. V. Gvaramadze. Astronomy and Astrophysics. DOI: 10.1051/0004-6361/202243531

Fuente: NASA

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