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Una pitón birmana de casi 4 metros devora un ciervo de 77 kilos en Florida. Crédito: Ian Bartoszek / Conservancy of Southwest Florida |
Las pitones birmanas, ya famosas por su voraz apetito, han vuelto a sorprender a los científicos. Un reciente estudio publicado en la revista Reptiles & Amphibians revela que estas serpientes invasoras pueden consumir presas mucho mayores de lo que se pensaba. Esto tiene importantes implicaciones para los ecosistemas del sur de Florida, donde las serpientes ya han causado estragos en las poblaciones locales de animales salvajes.
Se sabe que las pitones se tragan enteros ciervos, caimanes y otras presas de gran tamaño, limitadas únicamente por la capacidad de sus mandíbulas increíblemente flexibles, una medida conocida como la boca de la serpiente. Bruce Jayne, profesor de la Universidad de Cincinnati, y los investigadores Ian Easterling e Ian Bartoszek, de Conservancy of Southwest Florida, han descubierto ahora que las pitones más grandes tienen una boca aún mayor de lo que predecían los modelos matemáticos.
El equipo examinó tres enormes pitones capturadas en el Parque Nacional de los Everglades y sus alrededores, de 15, 17 y 19 pies de longitud. Anteriormente, la mayor abertura registrada era de 22 centímetros (8,7 pulgadas) de diámetro, pero estos nuevos ejemplares mostraban una abertura máxima de 26 centímetros (10,2 pulgadas). Aunque un aumento del 18% puede no parecer significativo, el área total de la boca aumentó un 40%, lo que permitió a estas pitones consumir presas mucho más grandes.
Se observó a una serpiente consumir un ciervo de 77 libras, lo que equivalía a dos tercios de la masa total de la serpiente. «Ver a un depredador invasor como la pitón birmana tragarse un ciervo de tamaño natural es inolvidable», afirma Bartoszek. «El impacto sobre la fauna autóctona es innegable y plantea un problema crítico para el ecosistema de los Everglades».
Las pitones birmanas, originarias del sudeste asiático, llegaron a Florida a través del comercio de mascotas. Sus mandíbulas flexibles y elásticas, con un maxilar inferior que no está fusionado en la parte delantera, les permiten engullir presas enormes. Su piel también es muy elástica, lo que contribuye a su asombrosa capacidad depredadora.
El estudio arroja luz sobre la relación de escala entre la boca de la serpiente, la anatomía craneal y el tamaño total. Las pitones birmanas pueden duplicar su longitud y peso corporal en un año; las adultas más grandes miden casi 6 metros y pesan más de 90 kilos. «Las pitones grandes de más de 16 pies son raras, menos del 1% de las más de 9.000 capturadas en Florida», señala Jayne. «Es casi seguro que aún no hemos visto la pitón birmana más grande».
The Conservancy of Southwest Florida ha estado a la vanguardia de los esfuerzos de investigación y eliminación de pitones desde 2013, rastreando los movimientos de pitones marcadas con radio, conocidas como «serpientes exploradoras», para comprender mejor su comportamiento e informar sobre las estrategias de control. Bartoszek y su equipo han eliminado 770 pitones, que en conjunto pesan más de 33.000 libras. Si cada serpiente consumiera un solo ciervo a su máxima capacidad, equivaldría a 13.000 libras de presa.
Dado que las pitones birmanas siguen extendiéndose por Florida y potencialmente por otras partes del sureste de Estados Unidos, es crucial conocer su potencial depredador. «Esto es sólo la punta del iceberg de su impacto en las poblaciones de presas de Florida», advierte Jayne. «Los investigadores están trabajando para comprender dónde podría terminar su expansión».