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Argiope bruennichi. Crédito: Pierluigi Rizzo (miembro de Aracnofilia - Sociedad Italiana de Aracnología), CC-BY 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/) Durante décadas, los científicos se han preguntado por qué algunas arañas añaden esos curiosos “toques extra” en sus telarañas, conocidos como stabilimenta. Ahora, una nueva investigación ha puesto a prueba una hipótesis fascinante: estos adornos podrían ayudar a las arañas a detectar mejor a sus presas atrapadas gracias a la forma en que modifican la propagación de las ondas dentro de la telaraña. El estudio, liderado por Gabriele Greco de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas y publicado en PLOS One, ofrece una nueva perspectiva sobre un misterio que lleva años intrigando a la ciencia. Muchas especies de arañas tejen telarañas de tipo espiral —con forma de rueda— para capturar insectos voladores. Algunas, además, incorporan los mencionados stabilimenta: patrones de seda que pueden parecer hilos en zigzag entre los radios de la telaraña o círculos más densos en el centro. Su función ha sido un enigma. Entre las teorías más populares están la recolección de agua, la regulación de la temperatura corporal y el equilibrio entre atraer presas o ahuyentar depredadores como avispas o aves. Pero Greco y su equipo quisieron ir más allá. Se preguntaron si, además de decorar, estas estructuras podían tener un papel físico, influenciando las vibraciones que recorren la telaraña cuando una presa impacta en ella. Para averiguarlo, observaron distintas geometrías de stabilimenta en las telarañas de la araña avispa (Argiope bruennichi) y, a partir de esas formas, realizaron simulaciones numéricas para analizar cómo estos patrones afectan las ondas de vibración producidas por el impacto de una presa. Los resultados fueron reveladores. Dependiendo del ángulo en el que se generaban las ondas, los stabilimenta alteraban de manera diferente la propagación de las vibraciones. Cuando las ondas se desplazaban de forma perpendicular a la superficie de la telaraña o a sus hilos radiales, las diferencias eran mínimas. Sin embargo, cuando las ondas viajaban en la misma dirección que los hilos espirales, la presencia de stabilimenta hacía que las vibraciones se distribuyeran hacia un mayor número de puntos potenciales de detección, ampliando así las zonas donde la araña podría percibir el movimiento de su presa. Esto sugiere que los stabilimenta no son simples adornos, sino estructuras que optimizan la capacidad sensorial de la araña, mejorando su precisión para localizar presas atrapadas. Aun así, los investigadores advierten que su impacto en condiciones reales podría ser limitado y que otras funciones biológicas quizá tengan un peso mayor. Sin embargo, este hallazgo podría inspirar el desarrollo de materiales sintéticos basados en telarañas, capaces de controlar con precisión cómo se propagan las ondas dentro de su estructura. En palabras de los autores: “Este estudio revela que el decorativo stabilimentum en las telarañas de Argiope bruennichi es mucho más que un ornamento; modifica de manera sutil cómo ciertas vibraciones viajan por la red. Al combinar observaciones de campo y simulaciones, mostramos su papel mecánico y abrimos la puerta al diseño de materiales bioinspirados con propiedades elásticas ajustables.”
 
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