En realidad llueve en el Sol, y los científicos finalmente saben por qué

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Lluvia coronal (Imagen representativa Fuente: Wikimedia Commons | Foto del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA desde Greenbelt, Maryland, EE. UU.)

Lluvia coronal (Imagen representativa Fuente: Wikimedia Commons | Foto del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA desde Greenbelt, Maryland, EE. UU.)

En el Sol también llueve, aunque no de la manera que podríamos imaginar. Un grupo de científicos del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái (IfA) acaba de descubrir por qué ocurre este misterioso fenómeno conocido como lluvia solar, y su hallazgo está cambiando la forma en que entendemos nuestra estrella.

A diferencia de la lluvia terrestre, que se forma a partir de vapor de agua en las nubes, la lluvia solar ocurre en la corona del Sol, una región compuesta por plasma extremadamente caliente. En este escenario, masas más frías y pesadas de plasma se condensan en las alturas y luego caen de nuevo hacia la superficie solar. Durante años, los astrónomos no lograban entender cómo podían formarse estas “gotas” tan rápido durante las erupciones solares, que son eventos explosivos y fugaces.

El misterio empezó a aclararse gracias a Luke Benavitz, estudiante de posgrado en su primer año en el IfA, y al astrónomo Jeffrey Reep. Juntos descubrieron que los modelos tradicionales del Sol estaban incompletos. Según explican en su estudio, publicado en The Astrophysical Journal, las simulaciones anteriores asumían que la cantidad de elementos en la corona —como el hierro o el oxígeno— se mantenía constante en el tiempo. Pero no es así.

“Cuando permitimos que elementos como el hierro cambien con el tiempo, los modelos finalmente coinciden con lo que observamos en el Sol”, explicó Benavitz. “De pronto, la física cobra vida de una forma que se siente auténtica”.

Este descubrimiento no es solo una curiosidad científica. Tiene implicaciones directas para comprender cómo se comporta el Sol durante las erupciones más energéticas, algo que podría mejorar las predicciones del clima espacial y proteger la tecnología que usamos en la Tierra, desde satélites hasta sistemas de comunicación.

Los modelos anteriores sugerían que el calentamiento necesario para generar lluvia coronal debía tardar horas o incluso días, pero las llamaradas solares ocurren en cuestión de minutos. El nuevo enfoque del equipo de Hawái demuestra que las variaciones en la composición elemental del plasma pueden explicar la rapidez de ese proceso.

“Este hallazgo es importante porque nos acerca a entender cómo funciona realmente el Sol”, señaló Reep. “No podemos observar directamente el proceso de calentamiento, así que usamos el enfriamiento como una pista. Pero si nuestros modelos no manejaban bien las abundancias de elementos, probablemente sobreestimábamos el tiempo de enfriamiento. Eso significa que tal vez tengamos que replantear por completo cómo entendemos el calentamiento coronal”.

Más allá de resolver un viejo enigma, el estudio abre nuevas preguntas fascinantes. Los científicos ahora saben que la composición de la atmósfera solar no es fija, sino que cambia con el tiempo. Este detalle, aparentemente pequeño, podría transformar la manera en que comprendemos la dinámica del Sol y cómo su energía fluye hacia el espacio.

Con cada nuevo dato, la estrella que da vida a nuestro planeta se vuelve un poco menos misteriosa… y a la vez, mucho más interesante.

Fuentes, créditos y referencias:

Luke Fushimi Benavitz, Jeffrey W. Reep, Lucas A. Tarr, Andy S.H. To. Spatiotemporal Low First Ionization Potential Abundance: A Catalyst for Coronal Condensation. The Astrophysical Journal, 2025; 992 (1): 4 DOI: 10.3847/1538-4357/ae019d

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