Los primeros humanos que salieron de África no eran exactamente quienes pensábamos

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Excavaciones en el yacimiento arqueológico de Jebel Irhoud, en Marruecos, donde en 2017 se encontraron fósiles de 300.000 años de antigüedad que podrían ser la evidencia más antigua de Homo sapiens.Crédito: Shannon McPherron/UPI, vía Alamy
Excavaciones en el yacimiento arqueológico de Jebel Irhoud, en Marruecos, donde en 2017 se encontraron fósiles de 300.000 años de antigüedad que podrían ser la evidencia más antigua de Homo sapiens.Crédito: Shannon McPherron/UPI, vía Alamy

La dispersión del Homo sapiens anatómicamente moderno fuera de África y a través de Eurasia ofrece una oportunidad única para examinar los efectos de la selección genética en la adaptación de nuestra especie a múltiples entornos nuevos. Un análisis de conjuntos de datos genómicos antiguos (de 1.000 a 45.000 años de antigüedad) de Eurasia revela indicios de una fuerte selección, incluidos al menos 57 barridos duros tras el desplazamiento inicial de los humanos fuera de África, que han quedado ocultos en las poblaciones modernas por la extensa mezcla durante el Holoceno. En una nueva investigación, los científicos identificaron un período prolongado de adaptación genética, insospechado hasta entonces, que duró unos 30.000 años, posiblemente en la zona de la Península Arábiga, antes de una importante introgresión genética neandertal y la posterior dispersión rápida por Eurasia hasta Australia.

En su investigación, el Dr. Tobler y sus colegas utilizaron genomas humanos antiguos para reconstruir la adaptación histórica durante la diáspora fuera de África, poco conocida.

Encontraron patrones genéticos específicos que apuntaban a una serie de acontecimientos de selección natural que se remontaban a 80.000 años atrás.

Estos patrones sugieren que los antepasados de los humanos modernos que viven fuera de África experimentaron un largo periodo de aislamiento genético y adaptación, posiblemente en torno a la Península Arábiga, antes de su dispersión mundial hace 50.000 años.

"Estos antiguos genes adaptativos comparten sorprendentes similitudes funcionales con genes seleccionados que se encuentran en poblaciones humanas y de mamíferos que viven actualmente en el Ártico", afirmó el profesor Shane Grey, del Instituto Garvan.

Los autores proponen una conexión entre la selección genética y las migraciones humanas durante el Paleolítico euroasiático, sugiriendo que la velocidad de los desplazamientos estaba influida no sólo por los ciclos climáticos, sino también por la necesidad de adaptarse a nuevos entornos.

"Aunque cruciales para la supervivencia en aquella época, estos genes adaptativos están asociados a la obesidad, la diabetes y las enfermedades neurodegenerativas en poblaciones contemporáneas", afirma el Dr. Yassine Souilmi, investigador de la Universidad de Adelaida y la Universidad Nacional de Australia.

"Nuestro estudio no sólo mejora nuestra comprensión de la evolución humana, sino que el vínculo entre adaptación y enfermedad moderna podría agilizar el desarrollo de medidas terapéuticas y preventivas al priorizar la investigación médica sobre genes previamente seleccionados."

Fuentes, créditos y referencias:

Raymond Tobler et al, The role of genetic selection and climatic factors in the dispersal of anatomically modern humans out of Africa, Proceedings of the National Academy of Sciences (2023). DOI: 10.1073/pnas.2213061120

Créditos a SciNews

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