Extrañas criaturas marinas descubiertas bajo un iceberg gigante: se confirman 30 nuevas especies.

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Esponja arbórea «bola mortal» en el fondo del océano. Fotografía The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

Esponja arbórea «bola mortal» en el fondo del océano. Fotografía: The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

En las profundidades heladas del Océano Austral, un ecosistema tan extraño como fascinante acaba de salir a la luz. Allí habitan criaturas que parecen salidas de otro mundo: una esponja carnívora apodada “bola de la muerte”, gusanos que devoran huesos y una gran variedad de especies jamás vistas por el ojo humano. Todo este universo oculto permaneció sepultado bajo un gigantesco iceberg hasta hace apenas unos meses.

El hallazgo ocurrió a principios de 2025, cuando el iceberg A-84 —de un tamaño comparable a toda la ciudad de Chicago— se desprendió del manto de hielo George VI, en la Antártida. Ese movimiento titánico dejó al descubierto un lecho marino virgen, inexplorado por la ciencia moderna. Los investigadores, a bordo del buque R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute, aprovecharon la oportunidad y enviaron un vehículo submarino remoto, el ROV SuBasitan, para recorrer el fondo recién revelado.

Los científicos han descubierto un nuevo gusano con escamas iridiscentes. Fotografía The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

Los científicos han descubierto un nuevo gusano con escamas iridiscentes. Fotografía: The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

Lo que encontraron fue un auténtico tesoro biológico: respiraderos hidrotermales activos, jardines de corales multicolor, y hasta un joven calamar colosal nunca antes documentado. En total, se recolectaron más de 2,000 especímenes pertenecientes a 14 grupos animales diferentes, junto con miles de fotografías y horas de grabaciones que están siendo analizadas por expertos de todo el mundo.

Hasta el momento, 30 de esas especies fueron oficialmente confirmadas como nuevas para la ciencia durante el taller Southern Ocean Species Discovery Workshop, organizado por la Universidad de Magallanes en Chile. El descubrimiento forma parte del proyecto global The Nippon Foundation–Nekton Ocean Census, que busca identificar al menos 10,000 nuevas especies marinas en los próximos diez años.

“El Océano Austral sigue siendo una de las regiones menos estudiadas del planeta. Apenas hemos analizado un 30% de las muestras recolectadas y ya confirmamos 30 nuevas especies. Esto demuestra cuánta biodiversidad aún desconocemos”, explicó Michelle Taylor, jefa científica del Ocean Census. Según Taylor, el trabajo colaborativo entre expediciones y talleres de clasificación permite acelerar lo que normalmente tomaría más de una década sin comprometer la rigurosidad científica.

Una especie de estrella de mar hasta ahora desconocida. Fotografía The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

Una especie de estrella de mar hasta ahora desconocida. Fotografía: The Nippon Foundation-Nekton Ocean Census Schmidt Ocean Institute © 2025

Entre los descubrimientos más sorprendentes destaca la misteriosa esponja bola de la muerte (Chondrocladia sp. nov.), un organismo de forma esférica con hábitos depredadores. A diferencia de las esponjas comunes que filtran partículas del agua, esta criatura atrapa a sus presas con diminutos ganchos repartidos por su cuerpo, un mecanismo tan macabro como eficaz.

Otra de las estrellas de este nuevo ecosistema son los llamados gusanos zombis (Osedax sp.), conocidos por alimentarse del colágeno que se encuentra dentro de los huesos de ballenas y otros grandes vertebrados. Aunque esta especie ya se había visto en otros lugares, su presencia en esta región extrema confirma que han desarrollado una asombrosa capacidad de adaptación a condiciones volcánicas y heladas.

El catálogo de nuevas especies continúa creciendo: gusanos escamosos de brillo metálico (Eulagisca sp. nov.), estrellas de mar de las familias Brisingidae, Benthopectinidae y Paxillosidae, isópodos, anfípodos, caracoles marinos y bivalvos que resisten ambientes cargados de azufre y calor volcánico. Y eso no es todo: varios ejemplares aún sin clasificar podrían pertenecer a nuevos géneros, incluyendo corales negros y una posible especie inédita de pluma de mar.

Los científicos del taller de descubrimiento compararon cada espécimen mediante análisis morfológicos y técnicas de DNA barcoding para confirmar su singularidad genética. Todo el material validado será incluido en la Ocean Census Biodiversity Data Platform, una base de datos abierta que permitirá a investigadores y curiosos explorar la riqueza biológica de las profundidades del planeta.

Este descubrimiento no solo redefine lo que sabemos sobre la vida en los océanos polares, sino que también recuerda algo esencial: incluso en los rincones más extremos de la Tierra, la naturaleza sigue encontrando formas inesperadas de florecer.

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