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El cometa interestelar 3I/ATLAS vuelve a dar de qué hablar. Nuevas detecciones de radio realizadas por el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica han reforzado la evidencia de que este misterioso visitante interestelar tiene un origen completamente natural, disipando las especulaciones sobre una posible procedencia artificial.
Las observaciones, registradas el 24 de octubre por el Observatorio de Radioastronomía de Sudáfrica (SARAO), revelaron líneas de absorción de hidroxilo (OH) en las frecuencias de 1665 y 1667 MHz. Este fenómeno, muy conocido por los astrónomos, ocurre cuando las moléculas de hidroxilo absorben ondas de radio o radiación infrarroja de fuentes de fondo, dejando un “vacío” característico en el espectro observado.
Estas moléculas son un indicador inequívoco de actividad cometaria. Se forman cuando la radiación ultravioleta solar descompone el vapor de agua liberado por el cometa a medida que se calienta al acercarse al Sol. Por eso, los astrónomos las usan como trazadores naturales para estudiar nebulosas, regiones de formación estelar e incluso el proceso de sublimación en los cometas.
Los datos de MeerKAT confirman que 3I/ATLAS está experimentando un proceso de sublimación y liberación de gases completamente normal. No hay señales de tecnología oculta ni de ingeniería extraterrestre. Solo la física y la química actuando como lo harían en cualquier cometa activo que entra en el calor del sistema solar.
Aun así, los astrónomos planean continuar observando este objeto mientras sea posible. Cada nuevo registro ayudará a perfilar con mayor precisión su composición y comportamiento antes de que 3I/ATLAS abandone definitivamente nuestro sistema solar.
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| El sensible conjunto de radiotelescopios MeerKAT, ubicado en el semidesierto de Karoo en Sudáfrica (Crédito SARAO) |
El hallazgo resulta especialmente relevante después de que, durante su paso más cercano al Sol el mes pasado, el cometa mostrara una aceleración no gravitacional que generó nuevas teorías sobre una posible manipulación artificial. Sin embargo, los nuevos datos de radio desmienten esa idea y refuerzan la interpretación científica: 3I/ATLAS se comporta exactamente como lo haría un cometa natural sometido a la radiación solar.
El proceso no fue sencillo. Las detecciones de MeerKAT son el resultado de un tercer intento exitoso, tras dos observaciones fallidas los días 20 y 28 de septiembre. Finalmente, la tercera observación logró captar las señales de absorción esperadas, un logro que entusiasma a la comunidad astronómica.
Y las oportunidades de observación aún no terminan. En marzo del próximo año, el cometa pasará a solo 53 millones de kilómetros de Júpiter, ofreciendo a la sonda Juno de la NASA una ocasión única para intentar detectar emisiones de radio de baja frecuencia entre 50 Hz y 40 MHz. Si tiene éxito, esta misión podría aportar nuevos datos sobre la estructura interna y el comportamiento magnético de este objeto interestelar.
Por ahora, los resultados del telescopio sudafricano refuerzan la conclusión más probable: 3I/ATLAS es un cometa natural. Su trayectoria puede parecer extraña, pero sus señales químicas y térmicas coinciden perfectamente con lo que se espera de un cuerpo helado que lleva millones de años viajando entre estrellas.
Con más observaciones programadas para los próximos meses, y con la mirada de Juno puesta en su aproximación a Júpiter, este visitante cósmico promete seguir revelando secretos sobre los rincones más fríos y lejanos del espacio interestelar.

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