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La mariposa azul Atlas. Crédito: Dr. Roger Vila / Instituto de Biología Evolutiva. |
La pequeña pero enigmática mariposa azul del Atlas, o Polyommatus atlantica, acaba de batir un récord sorprendente: es el animal multicelular con el mayor número de cromosomas jamás registrado. Nada menos que 229 pares, frente a los modestos 23 o 24 de la mayoría de sus parientes cercanos.
Científicos del Wellcome Sanger Institute y del Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF) en Barcelona confirmaron este hallazgo gracias a la primera secuenciación completa de su genoma. El estudio, publicado en Current Biology, no solo confirma lo que se sospechaba desde hace años, sino que abre la puerta a preguntas fascinantes sobre evolución, adaptación y hasta salud humana.
Los investigadores descubrieron que, en lugar de duplicarse, los cromosomas de esta mariposa se fragmentaron a lo largo del tiempo en puntos donde el ADN estaba menos compacto. El resultado es que la cantidad de información genética es casi la misma, pero empaquetada en secciones mucho más pequeñas. Sorprendentemente, este cambio extremo ocurrió en apenas tres millones de años, un parpadeo en términos evolutivos.
¿Por qué importa? Porque estos cambios en el número de cromosomas podrían haber ayudado a la mariposa azul del Atlas a adaptarse rápidamente a su entorno, algo que se cree está relacionado con la formación de nuevas especies. De hecho, el grupo de mariposas al que pertenece es conocido por haber evolucionado rápidamente, generando varias especies en poco tiempo.
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La mariposa azul Atlas. Crédito: Dr. Roger Vila / Instituto de Biología Evolutiva. |
Pero la historia tiene un lado preocupante. Aunque esta mariposa ha prosperado durante millones de años, hoy sus poblaciones están amenazadas por el cambio climático y la destrucción de su hábitat en las montañas de Marruecos y el noreste de Argelia, especialmente la pérdida de los bosques de cedro y el sobrepastoreo.
El estudio no solo es relevante para la biología de las mariposas. Los cambios cromosómicos también se observan en células cancerígenas humanas. Entender cómo estos procesos ocurren de forma natural en otras especies podría darnos pistas sobre cómo prevenir o frenar la desorganización genética que conduce al cáncer.
La secuenciación del genoma de la mariposa azul del Atlas es ahora una referencia de oro que permitirá a los investigadores comparar su ADN con el de otras mariposas y polillas. Esto podría revelar qué genes se han mantenido, cuáles se han perdido y qué papel juegan en la supervivencia de la especie. Además, entender su código genético podría ayudar a predecir cómo responderá a las crecientes temperaturas globales y aportar estrategias de conservación o incluso inspirar cultivos más resistentes.
Los autores del estudio, como el Dr. Roger Vila y la Dra. Charlotte Wright, destacan que este trabajo es el inicio de una investigación más amplia. Saber exactamente dónde y cómo se rompieron los cromosomas permitirá explorar si esto ofrece ventajas genéticas, si impacta en el comportamiento de las mariposas y si podría ser un modelo para estudiar la evolución de otras especies.
Como señala el profesor Mark Blaxter, cada genoma es una pieza del gran rompecabezas de la vida en la Tierra. Cuantas más piezas tengamos, mejor podremos contar la historia de nuestro planeta… y quizás encontrar nuevas formas de protegerlo.