El derretimiento del hielo podría estar salvando al planeta en secreto, según los científicos

Vea También

Mediciones de la fijación de nitrógeno en el océano Ártico a bordo del RV Polarstern. Crédito: Rebecca Duncan.

Mediciones de la fijación de nitrógeno en el océano Ártico a bordo del RV Polarstern. Crédito: Rebecca Duncan.

El deshielo del Ártico suele mencionarse como una de las señales más alarmantes del cambio climático. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que, entre tanta pérdida, podría estar ocurriendo algo inesperado: el hielo que se derrite estaría impulsando el crecimiento de algas capaces de “comerse” el carbono atmosférico. Sí, esas diminutas formas de vida que flotan en el océano podrían estar ayudando, sin saberlo, a absorber parte del CO₂ que estamos liberando.

El hallazgo, publicado en Communications Earth & Environment, pone sobre la mesa una paradoja fascinante: un desastre climático que podría, al mismo tiempo, reforzar la capacidad natural del planeta para equilibrar el carbono. Pero los científicos no cantan victoria; advierten que el resultado final de este proceso aún es incierto.

El punto clave del descubrimiento es un aumento notable en la presencia de amoníaco nitrogenado en el océano Ártico, un nutriente esencial para las algas. Ese incremento estaría directamente relacionado con el deshielo del mar, que permite que bacterias realicen un proceso llamado fijación de nitrógeno, detectado por primera vez bajo el hielo central del Ártico.

Las mediciones se realizaron en 13 lugares diferentes del océano Ártico. Crédito: Lisa W. von Friesen

Las mediciones se realizaron en 13 lugares diferentes del océano Ártico. Crédito: Lisa W. von Friesen

En palabras simples, estas bacterias transforman el nitrógeno gaseoso del aire —que la mayoría de los organismos no puede usar— en amoníaco, una forma que sí resulta aprovechable por la vida marina. Y ese amoníaco se convierte en alimento para las algas, el primer eslabón de una cadena alimenticia que sostiene desde diminutos crustáceos hasta peces.

“Hasta ahora creíamos que la fijación de nitrógeno no podía ocurrir bajo el hielo, que era un entorno demasiado hostil para los microorganismos que la realizan”, reconoció la autora principal, Lisa W. von Friesen. “Nos equivocamos”.

Lo interesante es que, a diferencia del resto de los océanos, donde el proceso está dominado por cianobacterias, en el Ártico lo llevan a cabo microbios distintos, adaptados a condiciones extremas. Esa particularidad podría estar modificando silenciosamente todo el equilibrio ecológico de la región.

Las observaciones más intensas de fijación de nitrógeno se registraron en los bordes del hielo que se derrite, donde el ambiente cambia constantemente. También ocurre bajo el hielo restante, aunque a un ritmo menor. De ese patrón los investigadores concluyen que, a medida que el hielo retrocede, el océano Ártico recibirá cada vez más nitrógeno disponible, algo que los modelos climáticos actuales ni siquiera contemplan.

“En otras palabras, hemos subestimado la cantidad de nitrógeno en el Ártico, tanto en el presente como en nuestras proyecciones futuras. Y eso significa que también hemos subestimado el potencial de producción de algas”, explicó von Friesen. “Más algas podrían alterar toda la red alimentaria, desde el plancton hasta los peces”.

Su colega Lasse Riemann fue más directo: “Si la producción de algas aumenta, el Ártico absorberá más CO₂, porque ese carbono quedará atrapado en la biomasa. Es una buena noticia, aunque con cautela. Los sistemas biológicos son muy complejos, y otros mecanismos podrían contrarrestar este efecto”.

La conclusión es clara: este proceso recién descubierto podría cambiar lo que entendemos sobre el futuro climático del Ártico. Los modelos deben actualizarse para incluir la fijación de nitrógeno si queremos prever con precisión qué pasará cuando el hielo siga desapareciendo.

Como dijo Riemann, “todavía no sabemos si el efecto neto será positivo para el clima. Pero lo que sí está claro es que no podemos seguir ignorando algo tan fundamental como la fijación de nitrógeno en el Ártico. Es una pieza clave del rompecabezas climático que estamos empezando a entender”.

Fuentes, créditos y referencias:

Nitrogen fixation under declining Arctic sea ice, Communications Earth & Environment (2025). DOI: 10.1038/s43247-025-02782-4. www.nature.com/articles/s43247-025-02782-4

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Anuncio publicitario

Reciba actualizaciones por Telegram