El ciempiés del tamaño de un auto que dominó la Tierra antes de los dinosaurios

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Milpiés gigantes del tamaño de un coche alguna vez se desplazaron por el norte de Inglaterra, confirma un nuevo descubrimiento fósil. Crédito: lavidaes.org
Los fósiles demuestran que enormes milpiés, de tamaño comparable al de los vehículos modernos, dominaron el norte de Inglaterra. Crédito: lavidaes.org

Un hallazgo en la costa de Northumberland, al noreste del Reino Unido, dejó a muchos geólogos con la boca abierta: los restos de un artrópodo tan grande que cuesta creer que alguna vez caminó sobre la Tierra. Se trata de Arthropleura, un antiguo pariente de los milpiés modernos que, hace unos 326 millones de años, durante el período Carbonífero, alcanzó longitudes cercanas a los tres metros, algo comparable al tamaño de un automóvil pequeño. Los resultados se publican en el Journal of the Geological Society.

Este fósil apareció por pura casualidad en 2018, cuando un bloque de arenisca se partió de forma casi perfecta y expuso un conjunto de segmentos fosilizados. Aunque la pieza hallada mide menos de un metro, su estructura coincide con la de un ejemplar adulto que habría pesado en torno a 50 kilogramos. Para quienes no están familiarizados: un artrópodo es un animal de patas articuladas, como insectos, crustáceos y arácnidos, pero este —según lo descubierto— fue el invertebrado terrestre más grande de todos los tiempos.

Neil Davies, investigador de la Universidad de Cambridge, explicó que la preservación del fósil fue casi milagrosa. La criatura no murió allí; lo que se preservó es parte de su exoesqueleto, la capa dura que estos animales mudan a medida que crecen. Este desprendimiento quedó atrapado en sedimentos antiguos y, con el tiempo, quedó transformado en piedra.

Los científicos saben que el Carbonífero fue una era peculiar. La atmósfera tenía niveles de oxígeno más altos que los actuales, lo que ayudó a que ciertos animales crecieran hasta tamaños descomunales. Sin embargo, en el caso de Arthropleura, el nivel de oxígeno por sí solo no explica su gigantismo. Las selvas húmedas, repletas de hojas, troncos y un ecosistema prácticamente sin depredadores grandes, ofrecían un entorno perfecto para que esta especie prosperara y se expandiera sin limitaciones.

Un fragmento fosilizado del colosal milpiés Arthropleura, descubierto en un bloque de arenisca en el norte de Inglaterra. Crédito de la foto: Neil Daves.
Sección del antiguo milpiés gigante Arthropleura, fosilizada en una roca arenisca y recuperada en el norte de Inglaterra. Crédito: Neil Daves.

Otro aspecto fascinante llegó desde análisis realizados sobre restos más antiguos, encontrados en la década de 1980. Usando tomografías computarizadas, técnicas que permiten obtener imágenes internas sin dañar el fósil, los investigadores reconstruyeron la forma de la cabeza del animal. Para sorpresa de muchos, su cabeza no era como la de un milpiés moderno: tenía rasgos más cercanos a los ciempiés, incluyendo antenas cortas, ojos prominentes y una apertura especial que facilitaba el desprendimiento de su cubierta externa. Esta mezcla de características revela que Arthropleura no encaja del todo en lo que hoy llamamos “milpiés”.

A pesar de lo sorprendente del hallazgo, todavía estamos lejos de conocer al animal por completo. Nunca se ha encontrado un ejemplar entero y la mayor parte de lo que sabemos proviene de fragmentos aislados. Aun así, estos restos revelan detalles cruciales sobre el paisaje donde vivieron. Las regiones cercanas al ecuador, cubiertas por bosques densos y húmedos, ofrecían refugio y alimento suficiente para que un animal tan grande se moviera sin problemas y, posiblemente, cazara presas pequeñas además de alimentarse de vegetación.

Este descubrimiento no solo ayuda a comprender a Arthropleura; también cambia la manera en que los científicos interpretan los ecosistemas previos a los dinosaurios. Lejos de las ciénagas carboníferas clásicas, estas criaturas habitaban bosques ricos en nutrientes y con una biodiversidad sorprendentemente compleja. Cada nueva pieza fósil, por pequeña que parezca, aporta pistas que permiten reconstruir cómo funcionaban aquellos mundos olvidados.

Fuentes, créditos y referencias:

The largest arthropod in Earth history: insights from newly discovered Arthropleura remains (Serpukhovian Stainmore Formation, Northumberland, England), Journal of the Geological Society (2021). DOI: 10.1144/jgs2021-115

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