La tecnología más antigua de la Tierra: un legado de 300,000 años en piedra

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Herramientas de piedra encontradas en la cuenca del Turkana, Kenia. Crédito: David R. Braun / CC BY 4.0

Herramientas de piedra encontradas en la cuenca del Turkana, Kenia. Crédito: David R. Braun / CC BY 4.0

En el árido norte de Kenia, un grupo de arqueólogos ha encontrado algo que redefine los orígenes de nuestra especie: herramientas de piedra del tipo Oldowan elaboradas hace entre 2,75 y 2,44 millones de años. No se trata de un hallazgo aislado, sino de tres conjuntos arqueológicos distintos que revelan una sorprendente continuidad en la forma de fabricar herramientas a lo largo de más de 300.000 años.

El descubrimiento, realizado en el sitio de Namorotukunan, parte de la Formación Koobi Fora, en la cuenca de Turkana, fue publicado en la revista Nature Communications. Allí, los investigadores identificaron evidencias claras de una tradición tecnológica estable y meticulosa: nuestros antepasados no golpeaban piedras al azar, sino que seleccionaban cuidadosamente los tipos de roca más adecuados para tallar filos afilados y duraderos.

Este hallazgo amplía el mapa del conocimiento sobre los orígenes del ingenio humano. Las primeras fases del uso de herramientas, que se remontan a más de 3 millones de años, ya mostraban una tecnología percutiva compartida con otros primates. Sin embargo, las herramientas Oldowan representan el primer salto consciente hacia la creación sistemática de objetos con propósito: cuchillas de piedra diseñadas para cortar, romper y transformar el entorno.

Sitios arqueológicos como Ledi-Geraru y Gona en Etiopía, y Nyayanga en el oeste de Kenia, ya habían mostrado evidencias de esta tecnología entre 2,6 y 2,9 millones de años atrás. Namorotukunan, sin embargo, aporta una nueva perspectiva: demuestra que esta práctica no fue una chispa pasajera, sino una tradición transmitida de generación en generación.

Mapa de la cuenca de Turkana con el yacimiento arqueológico de Namorotukunan y cronología de los acontecimientos conocidos actualmente en el Plioceno-Pleistoceno. Crédito Nature Communications (2025). DOI 10.1038s41467-025-64244-x

Mapa de la cuenca de Turkana con el yacimiento arqueológico de Namorotukunan y cronología de los acontecimientos conocidos actualmente en el Plioceno-Pleistoceno. Crédito: Nature Communications (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-64244-x

Lo que estamos viendo no es una innovación aislada, sino una tradición tecnológica prolongada”, explicó el profesor David R. Braun, antropólogo de la Universidad George Washington y del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Su equipo encontró herramientas en tres horizontes distintos —con edades estimadas en 2,75, 2,58 y 2,44 millones de años—, confirmando una continuidad sorprendente en el modo de fabricación.

Para la doctora Susana Carvalho, directora científica del Parque Nacional de Gorongosa, este hallazgo muestra algo más profundo: “El uso de herramientas pudo haber sido una adaptación generalizada entre nuestros ancestros primates”. Un rasgo que, lejos de ser circunstancial, fue clave para resistir los cambios brutales del entorno.

El investigador Dan V. Palcu Rolier, del GeoEcoMar y las universidades de Utrecht y São Paulo, lo resume así: “Durante 300.000 años, la misma artesanía perdura. Es la raíz de una de nuestras costumbres más antiguas: usar tecnología para mantenernos firmes ante el cambio”.

Los científicos reconstruyeron el escenario con técnicas de datación por ceniza volcánica, señales magnéticas atrapadas en sedimentos antiguos y análisis químicos de rocas y restos vegetales microscópicos. Cada fragmento reveló un mundo en transformación: ríos que cambiaban su curso, incendios que arrasaban la tierra y un clima cada vez más seco.

En medio de esa inestabilidad, los primeros homíninos persistieron. Su dominio de la piedra les dio una ventaja crucial: acceder a nuevas fuentes de alimento, como la carne, y adaptarse a ecosistemas en constante cambio. “Para entonces, ya eran expertos en tallar herramientas afiladas”, explicó el doctor Niguss Baraki, de la Universidad George Washington, “lo que sugiere que la tecnología Oldowan comenzó antes de lo que imaginábamos”.

Las marcas de corte halladas en los huesos revelan una dieta ampliada y un ingenio práctico frente a la adversidad. La doctora Frances Forrest, de la Universidad de Fairfield, añadió: “Las herramientas y la carne van de la mano; juntas, muestran la evolución de una inteligencia adaptativa”.

Finalmente, la doctora Rahab N. Kinyanjui, del Museo Nacional de Kenia, destacó que los fósiles vegetales narran una transición asombrosa: “De humedales verdes a llanuras áridas y desiertos barridos por el fuego”. Aun así, los talladores de piedra persistieron. En sus manos, la piedra no solo fue una herramienta: fue su manera de sobrevivir al tiempo.

Fuentes, créditos y referencias:

David R. Braun et al, Early Oldowan technology thrived during Pliocene environmental change in the Turkana Basin, Kenya, Nature Communications (2025). DOI: 10.1038/s41467-025-64244-x

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