Por primera vez en la historia, hemos visto el corazón magnético del Sol en movimiento

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La red magnética de la superficie solar deja huellas en la cromosfera superior. En las imágenes de esta región tomadas por el Extreme Ultraviolet Imager (EUI) del Solar Orbiter, estas huellas aparecen como puntos brillantes. Esta imagen procesada del EUI del polo sur del Sol (indicado por el punto blanco) se ha construido combinando ocho días de observaciones realizadas en marzo de este año. La imagen muestra las trazas de los puntos brillantes. Debido a la rotación del sol, se ven como arcos alargados y brillantes. Crédito: ESA y NASA / Solar Orbiter / EUI-Team

La red magnética de la superficie solar deja huellas en la cromosfera superior. En las imágenes de esta región tomadas por el Extreme Ultraviolet Imager (EUI) del Solar Orbiter, estas huellas aparecen como puntos brillantes. Esta imagen procesada del EUI del polo sur del Sol (indicado por el punto blanco) se ha construido combinando ocho días de observaciones realizadas en marzo de este año. La imagen muestra las trazas de los puntos brillantes. Debido a la rotación del sol, se ven como arcos alargados y brillantes. Crédito: ESA y NASA / Solar Orbiter / EUI-Team

El Sol acaba de mostrar una de sus caras más misteriosas. Gracias a la nave Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA), los científicos han obtenido por primera vez una vista cercana del campo magnético del Sol cerca de su polo sur, y lo que han encontrado ha dejado a la comunidad científica completamente asombrada.

Las imágenes, resultado de ocho días de observación durante marzo, revelan arcos brillantes que giran alrededor del polo, rastros luminosos creados por estructuras magnéticas que se desplazan hacia el borde del Sol a velocidades mucho más altas de lo esperado. El hallazgo, publicado el 5 de noviembre en The Astrophysical Journal Letters, indica que el campo magnético solar migra hacia los polos con una rapidez que los modelos actuales no logran explicar.

“Aún desconocemos gran parte de lo que ocurre en los polos del Sol, y eso es clave para entender su ciclo magnético”, explicó Sami Solanki, director del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar y coautor del estudio. “Solar Orbiter ahora nos da ese pedazo que faltaba en el rompecabezas”.

El magnetismo solar sigue un ciclo de aproximadamente 11 años, durante el cual los campos magnéticos se retuercen, se invierten y se regeneran. Este proceso impulsa fenómenos como las manchas solares, las llamaradas y las tormentas que, en ocasiones, afectan directamente a la Tierra. En el centro de todo está una “cinta transportadora magnética” de plasma que mueve líneas de campo desde el ecuador hacia los polos y de vuelta al interior solar, manteniendo vivo su campo magnético. Sin embargo, las regiones polares —esenciales en ese ciclo— habían permanecido prácticamente invisibles hasta ahora.

Desde nuestro planeta, los polos del Sol son casi imposibles de observar de forma directa: siempre los vemos de lado. Además, la mayoría de las sondas espaciales han orbitado cerca del ecuador solar, dejando sus regiones extremas fuera de alcance. Eso cambió en marzo de 2025, cuando Solar Orbiter inclinó su órbita 17 grados y ofreció la primera mirada directa sobre el borde sur del Sol.

El equipo de Solanki analizó los datos de dos instrumentos clave de la misión: el Polarimetric and Helioseismic Imager (PHI) y el Extreme Ultraviolet Imager (EUI). Juntos, estos dispositivos permiten observar cómo se mueven el plasma y los campos magnéticos en la superficie solar. Las imágenes se centraron en la cromosfera, donde el magnetismo deja huellas visibles como arcos luminosos que siguen el movimiento del Sol a medida que rota.

Representación visual del campo magnético del sol. Crédito MIT

Representación visual del campo magnético del sol. Crédito: MIT

Los resultados fueron impactantes: las supergranulaciones —enormes burbujas de plasma en constante ebullición, de hasta tres veces el tamaño de la Tierra— transportan los campos magnéticos hacia los polos a velocidades de entre 32 y 72 kilómetros por hora. Es un ritmo casi igual al observado en el ecuador, y mucho mayor de lo que los modelos teóricos habían previsto.

“Las supergranulaciones en los polos funcionan como trazadores naturales”, explicó Lakshmi Pradeep Chitta, líder del estudio. “Por primera vez podemos ver el componente polar del movimiento global del Sol que alimenta su ciclo magnético de once años”.

Este avance marca el comienzo de una nueva etapa en la exploración solar. “Estamos entrando en una nueva era para el estudio de los polos del Sol”, escriben los autores, destacando que los datos de Solar Orbiter ayudarán a comprender el motor magnético que impulsa el ciclo solar y que, en última instancia, da forma a todo el campo magnético del sistema solar.

Fuentes, créditos y referencias:

L. P. Chitta et al, Supergranulation and Poleward Migration of the Magnetic Field at High Latitudes of the Sun, The Astrophysical Journal Letters (2025). DOI: 10.3847/2041-8213/ae10a3

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