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La exploración del océano profundo sigue revelando secretos que parecen sacados de otra dimensión. Gracias a la tecnología avanzada de MBARI, los científicos están descubriendo especies que hasta hace poco eran completamente desconocidas. En 2019, investigadores del instituto se toparon con un extraño pez caracol rosa flotando justo sobre el fondo marino. Tras un análisis más profundo, se confirmó que se trataba de una especie nunca antes documentada: el pez caracol con protuberancias, Careproctus colliculi.
Este hallazgo surgió de la colaboración entre la Universidad Estatal de Nueva York en Geneseo (SUNY Geneseo), la Universidad de Montana y la Universidad de Hawaiʻi en Mānoa, cuyos investigadores publicaron sus descubrimientos en la revista Ichthyology and Herpetology. Además del pez caracol con protuberancias, describieron dos especies más encontradas en las profundidades del océano frente a California, ampliando nuestra comprensión de la biodiversidad abisal.
"En MBARI queremos que la exploración oceánica sea accesible compartiendo nuestros datos y tecnología con la comunidad científica. Colaborar con SUNY Geneseo nos permitió profundizar en el conocimiento de la vida en las profundidades, algo crucial para detectar cambios en estos ecosistemas," explica Steven Haddock, científico senior de MBARI y líder de la expedición que descubrió al pez caracol con protuberancias.
Los peces caracol pertenecen a la familia Liparidae y se caracterizan por su cabeza grande, cuerpo gelatinoso cubierto de piel suelta y cola estrecha. Muchos poseen un disco en el vientre que les permite adherirse al fondo marino o incluso “viajar” sobre animales más grandes, como cangrejos abisales. En aguas poco profundas, se los ve aferrándose a rocas o algas, enrollándose como caracoles. Hasta la fecha, se han descrito más de 400 especies de peces caracol en todo el mundo, desde piscinas intermareales hasta las fosas más profundas, con récords de habitabilidad a profundidades extremas.
Mackenzie Gerringer, profesora asociada en SUNY Geneseo y especialista en fisiología y ecología de las profundidades, estudia cómo los peces caracol se adaptan a presiones aplastantes, temperaturas cercanas al cero y la oscuridad perpetua del océano profundo. “El océano profundo alberga una diversidad increíble y adaptaciones realmente asombrosas. Descubrir no una, sino tres especies nuevas de peces caracol nos recuerda cuánto nos queda por aprender sobre la vida en la Tierra y el poder de la curiosidad y la exploración,” afirma Gerringer.
El equipo de Biodiversidad y Bioóptica de MBARI observó al pez caracol con protuberancias durante una expedición a bordo del Western Flyer, antiguo buque insignia de investigación del instituto. A unos 3,268 metros de profundidad, en los límites del Cañón de Monterey, aproximadamente 100 kilómetros mar adentro de California Central, la cápsula operada remotamente Doc Ricketts captó a este pequeño pez flotando sobre el fondo abisal. Se trataba de una hembra adulta de 9.2 centímetros, cuya morfología era distinta a cualquier otra especie conocida en la zona.
Para analizarla con detalle, Haddock contactó a Gerringer y su equipo, quienes revisaron el ejemplar junto con otros dos peces caracol poco comunes recolectados por Jeff Drazen y colegas durante expediciones anteriores. A través de microscopía, escaneos de microtomografía computarizada (micro-CT) y mediciones precisas, los investigadores documentaron tamaño, forma y características físicas únicas, mientras que la secuenciación de ADN permitió ubicar a estas especies dentro de la familia Liparidae, confirmando que eran completamente nuevas para la ciencia. Todos los datos de escaneo y ADN están disponibles públicamente en MorphoSource y GenBank.
Además del pez caracol con protuberancias, el equipo describió al pez caracol oscuro (Careproctus yanceyi) y al pez caracol esbelto (Paraliparis em). El primero se distingue por su cuerpo completamente negro y boca horizontal, mientras que el segundo tiene un cuerpo alargado, comprimido lateralmente, sin disco ventral y una mandíbula pronunciadamente inclinada. Estas especies fueron recolectadas a profundidades de hasta 4,000 metros, demostrando la diversidad abisal frente a las costas de California.
MBARI y científicos de todo el mundo han utilizado datos recopilados durante más de 30 años en el sitio de investigación Station M para estudiar los ecosistemas abisales y su relación con el clima oceánico. El nombre del pez caracol esbelto rinde homenaje a este sitio único y a los programas y personas que han hecho posible su monitoreo.
Por ahora, la única observación confirmada del pez caracol con protuberancias sigue siendo la de Haddock, por lo que se desconocen su distribución geográfica y rango de profundidad. Sin embargo, revisando archivos de video subacuático de MBARI, parece posible que esta especie ya haya sido captada frente a Oregón en 2009, confundida con el pez caracol Osteodiscus cascadiae. La historia de estas especies nos recuerda que los secretos del océano profundo están apenas empezando a revelarse y que cada inmersión puede cambiar lo que creemos saber sobre la vida en nuestro planeta.
Mackenzie E. Gerringer et al, Descriptions of Three Newly Discovered Abyssal Snailfishes (Liparidae) from the Eastern Pacific Ocean, Ichthyology & Herpetology (2025). DOI: 10.1643/i2024069