Vea También
![]() |
| El efecto Batman: La mera visión del «superhéroe» puede volvernos más altruistas. Crédito: lavidaes.org/IA |
A veces, un pequeño sobresalto basta para que las personas dejen de actuar por inercia. Eso es justo lo que descubrió un equipo de psicólogos en Milán: la presencia repentina de alguien disfrazado de Batman fue suficiente para que los pasajeros del metro se volvieran mucho más atentos y dispuestos a ayudar a otros.
La investigación, desarrollada en la Università Cattolica del Sacro Cuore y publicada en npj Mental Health Research, exploró cómo un evento inesperado puede modificar la conducta cotidiana. En psicología, este tipo de acciones entra en la categoría de comportamiento prosocial, que se refiere a cualquier acto orientado a beneficiar a otra persona, como ceder un asiento o brindar asistencia.
El experimento incluyó a 138 pasajeros del metro de Milán. En la primera parte, una investigadora simuló estar embarazada mientras un observador registraba quién ofrecía su asiento. En esa condición inicial, solo un poco más de un tercio de los pasajeros —el 37.66%— decidió levantarse.
La segunda fase añadió un giro inesperado: desde otra puerta del vagón entró un hombre disfrazado de Batman. Sin decir nada ni interactuar con nadie, su simple presencia generó un cambio notable. El porcentaje de personas que cedieron su asiento subió al 67.21%, es decir, dos de cada tres pasajeros.
![]() |
| Un ejemplo del entorno experimental, con Batman y una mujer simulando un embarazo en un metro abarrotado. Crédito: npj Mental Health Research (2025). DOI: 10.1038/s44184-025-00171-5 |
Un detalle especialmente llamativo es que el 44% de quienes ofrecieron su asiento aseguró después que no había notado al Batman del experimento. Esto sugiere que el efecto no depende de observar al personaje de forma consciente. El solo hecho de que ocurra algo fuera de lo habitual puede sacar a las personas del modo “piloto automático”.
Los autores señalan que este efecto se parece a lo que ocurre con la mindfulness, un estado mental asociado a prestar atención al presente. Aunque normalmente se entrena mediante ejercicios específicos, aquí se alcanzó de forma espontánea: la interrupción de la rutina activó la atención de los pasajeros, y con ella, su capacidad de responder a señales sociales.
Otra explicación posible está relacionada con el priming, un fenómeno psicológico en el que la exposición a un estímulo —en este caso, un superhéroe— influye en la conducta posterior. Batman es un símbolo cultural ligado a valores como la protección, la justicia o la valentía; esos referentes podrían activar, aunque sea sutilmente, normas sociales ligadas a ayudar a quienes lo necesitan.
El estudio también recuerda que la prosocialidad no surge solo de decisiones racionales. Muchas veces ocurre de forma automática, guiada por señales del entorno que no procesamos de manera consciente. Y cuando algo rompe la rutina, incluso un personaje ficticio puede convertirse en el detonante de un acto de amabilidad.
Para los investigadores, este tipo de hallazgos abre la puerta a pensar en nuevas estrategias para promover conductas positivas en espacios públicos. A veces, basta con añadir un toque de sorpresa para que las personas recuperen la capacidad de mirar a su alrededor y reaccionar de forma más humana.
Fuentes, créditos y referencias:
Francesco Pagnini et al, Unexpected events and prosocial behavior: the Batman effect, npj Mental Health Research (2025). DOI: 10.1038/s44184-025-00171-5

