La erupción de Tonga creó ondas gravitacionales atmosféricas que llegaron al espacio

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Imágenes del GOES por cortesía de la NOAA y del Servicio Nacional de Satélites, Datos e Información Ambiental (NESDIS). Crédito: NOAA y el Servicio Nacional de Información, Datos y Satélites Ambientales (NESDIS)
Imágenes del GOES por cortesía de la NOAA y del Servicio Nacional de Satélites, Datos e Información Ambiental (NESDIS). Crédito: NOAA y el Servicio Nacional de Información, Datos y Satélites Ambientales (NESDIS)

Hunga Tonga-Hunga Ha'apai es un volcán submarino situado en el océano Pacífico Sur. El 20 de diciembre de 2021, comenzó una erupción en Hunga Tonga-Hunga Ha'apai. Unas cuatro semanas después, el 15 de enero de 2022, la erupción alcanzó un clímax muy grande y potente. Un nuevo estudio ha confirmado que la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha'apai fue uno de los eventos volcánicos más explosivos de la era moderna.

Para este estudio, los científicos combinaron extensos datos satelitales con observaciones en tierra para demostrar que la erupción fue única en la ciencia observada tanto en su magnitud como en su velocidad. También fue única por el alcance de las ondas gravitacionales y atmosféricas de rápido movimiento que creó.

Durante la erupción, produce un penacho vertical que se extiende más de 50 km (30 millas) por encima de la superficie terrestre. Durante las 12 horas siguientes, la mayor fuente de ondas gravitacionales del planeta fue el calor generado por la ceniza caliente y el agua del penacho. La erupción también creó ondas gravitacionales parecidas a ondulaciones, y las mediciones por satélite revelaron que se extendieron por toda la cuenca del Pacífico.

Además, la explosión provocó ondas en nuestra atmósfera que reverberaron alrededor del planeta al menos seis veces y se aceleraron a las velocidades más rápidas jamás registradas en nuestra atmósfera, que son de 320 metros por segundo, o 720 millas por hora.

Los autores de la investigación afirman que es la primera vez en el registro observacional en que un solo evento dominó un área tan vasta y que ayudará a los científicos a desarrollar futuros modelos meteorológicos y climáticos atmosféricos.



El Dr. Corwin Wright, investigador universitario de la Royal Society, con sede en el Centro de Ciencias Espaciales, Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad de Bath, es el autor principal del artículo. Según él: 

"Se trata de una explosión realmente enorme, y realmente única en términos de lo que la ciencia ha observado hasta la fecha. Nunca habíamos visto ondas atmosféricas que dieran la vuelta al mundo o a esta velocidad: viajaban muy cerca del límite teórico".

"La erupción fue un experimento natural increíble. Los datos que hemos recopilado sobre ella mejorarán nuestra comprensión de la atmósfera y nos ayudarán a mejorar nuestros modelos meteorológicos y climáticos."

El coautor, el Dr. Scott Osprey, del Centro Nacional de Ciencias Atmosféricas, con sede en el Departamento de Física de la Universidad de Oxford, espera ver más impactos de la erupción del Hunga Tonga: "Nuestro estudio muestra muy bien cómo el sorprendente despliegue de ondas globales es impulsado por las enormes cantidades de agua de mar vaporizada durante la erupción. Sin embargo, mi intuición es que esta erupción puede tener más consecuencias. A medida que la excepcional cantidad de vapor de agua se extienda por la estratosfera, las miradas se dirigirán al agujero de ozono de la Antártida y a su gravedad en primavera".

Fuentes, créditos y referencias:

Wright, C.J., Hindley, N.P., Alexander, M.J. et al. Surface-to-space atmospheric waves from Hunga Tonga-Hunga Ha’apai eruption. Nature (2022). DOI: 10.1038/s41586-022-05012-5

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