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Seguro que algunos lectores habrán captado al vuelo la similitud del título de este artículo con el de la serie de Netflix La luz que no puedes ver, basada en la novela homónima de Anthony Doerr, premio Pulitzer 2015 de ficción. La historia transcurre durante la Segunda Guerra Mundial, y en ella se alude a todas aquellas formas de luz que existen más allá de lo visible o de lo evidente.
Una de las protagonistas de la historia es Marie-Laure Leblanc, una chica francesa ciega que se refugia con su padre en Saint-Malo. A pesar de la ceguera, Marie-Laure percibe el mundo con una aguda sensibilidad. A través de su experiencia, la historia explora cómo la verdadera percepción no depende exclusivamente de la vista, y cómo existen formas de conocimiento y comprensión que trascienden lo visible. Ella misma es una encarnación de esa “luz” que no se ve, pero se siente, se intuye o se comprende por otros caminos.
Invidentes que perciben luz (pero no la “ven”)
No hemos venido aquí a hablar de series de televisión, pero no podíamos dejar pasar esta hermosa analogía a la hora de introducir el tema de la vía circadiana de la luz, cuya existencia, si bien había sido propuesta desde hacía décadas, no fue demostrada hasta hace unos veinte años. Fue entonces cuando unos investigadores de la Universidad de Brown, en Providence (Estados Unidos), descubrieron en la retina de mamíferos la existencia de un tipo de células ganglionares con fotosensibilidad propia. Sus axones conformaban un canal directo de información que conectaba la retina con una región del hipotálamo muy especializada: los núcleos supraquiasmáticos, el reloj central que pone en hora nuestros ritmos biológicos.
Aquello confirmaba que la sincronización de nuestros relojes internos no dependía únicamente de conos y bastones, es decir, de las células de la retina responsables de la vía visual de la luz. De hecho, ya en los noventa se había detectado que algunas personas que han perdido totalmente la visión (ceguera bilateral completa) pueden conservar la capacidad de sincronizar los ritmos con la luz. Existe, por tanto, un tipo de percepción de la luz que trasciende lo visible.
Estudiar a personas ciegas para entender el ritmo sueño/vigilia
Esto permite que, en personas ciegas, la producción de melatonina, la hormona del sueño, se inhiba durante la noche. Cuando el ritmo de melatonina de las personas ciegas no se sincroniza con el de sueño/vigilia, sufren alteraciones del sueño y desajustes que impactan muy negativamente su calidad de vida. Es por esto que esta población resulta especialmente interesante para los cronobiólogos: su estudio nos permite conocer mejor cómo funciona nuestro reloj biológico y, además, podemos contribuir de forma significativa a mejorar la calidad de vida y el sueño de una parte vulnerable de la sociedad.
Las estadísticas más recientes (2024) hablan de 71 444 personas con ceguera legal en España –esto es, con una agudeza visual igual o inferior a 0,1 en el mejor ojo con la mejor corrección óptica posible y/o un campo visual reducido a 10 grados o menos–, de las cuales 9 288 son ciegas totales. La cifra podría ir en aumento en los próximos años como consecuencia del envejecimiento de la población y por el aumento de la prevalencia de enfermedades como la diabetes.
La mayoría de estas personas presentan alteraciones de los ritmos circadianos, particularmente del sueño/vigilia. La Clasificación Internacional de Alteraciones del Sueño (ICSD-3) de la Academia Americana de Medicina del Sueño dice que un 50-80 % de las personas ciegas presentan dificultades para dormir, despertares nocturnos y somnolencia diurna, entre otras alteraciones.
En un proyecto recientemente concedido a nuestro laboratorio por la prestigiosa fundación VELUX Stiftung, que llevaremos a cabo durante los próximos cuatro años en colaboración con la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE), nos hemos propuesto desarrollar un método ambulatorio y no invasivo basado en la utilización de dispositivos vestibles de monitorización circadiana desarrollados por nuestro grupo de investigación. Con ellos pretendemos medir la exposición y sensibilidad de las personas ciegas a la luz ambiental y el grado de conservación de la vía circadiana de la luz, así como el funcionamiento del sistema circadiano para establecer la propensión de cada sujeto a sufrir alteraciones de sus ritmos circadianos, incluido el sueño.
Conociendo esta información, será posible diseñar de forma personalizada estrategias para fortalecer los ritmos circadianos de las personas ciegas y, de ese modo, minimizar los efectos adversos de la ceguera en esta población.

Pedro Francisco Almaida Pagán recibe fondos del Ministerio de Ciencia e Innoación a través de los programas "Ramón y Cajal" (RYC2020-028642-I) y Proyectos de Generación de Conocimiento (projecto LIGHTyEAr, PID2022-136577OB-I00), el Ministerio de Economía y Competitividad y el Instituto de Salud Carlos III a través de CIBERFES (CB16/10/00239), la Universidad de Murcia a través del programa "Excelence-UM" (modalidad "Attract-RyC" 2021), la Fundación Robles Chillida y La VELUX STIFTUNG (proyecto LIGHTSPAN, nº2428), todos co-financiados con fondos FEDER de la Unión Europea. .
Jesús Vicente Martínez recibe fondos de la Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia (Fundación Séneca), gracias a una ayuda “21610/FPI/21. Fundación Séneca. Región de Murcia (Spain)”.
María de los Ángeles Rol de Lama recibe fondos del Ministerio de Ciencia Innovación y Universidades y la Agencia Estatal de Investigación (PID2022-136577OB-I00), financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033, FEDER, UEy por “ERDF A way of making Europe”, por European Union NextGenerationEU/PRTR”, y del Ministerio de Economía y Competitividad, mediante el Instituto de Salud Carlos III (CIBERFES, CB16/10/00239), todos ellos cofinanciados con Fondos FEDER, así como de la VELUX STIFTUNG (proyecto LightSpan). Es socia fundadora de Kronohealth SL (2017), empresa de base tecnológica participada por la Universidad de Murcia (spin-off) .
Pedro González Romero recibe fondos del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de la convocatoria Generación de Conocimiento (proyecto PID2022-136577OB-I00, MCIN /AEI /10.13039/501100011033 / FEDER, UE) y su contrato predoctoral (FPU22/03854). Su investigación está también financiada por el Ministerio de Economía y Competitividad y el Instituto de Salud Carlos III a tráves de CIBERFES (CB16/10/00239), todos ellos cofinanciados por FEDER.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.