Una cámara de alta velocidad capta una imagen única que muestra cómo funcionan los pararrayos

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La imagen captada con una cámara de alta velocidad muestra varios pararrayos intentando conectarse a la descarga descendente. Crédito: Diego Ramon/INPE
La imagen captada con una cámara de alta velocidad muestra varios pararrayos intentando conectarse a la descarga descendente. Crédito: Diego Ramon/INPE

Marcelo Saba, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil, y el doctorando Diego Rhamon consiguieron hacer una foto increíblemente única de pararrayos haciendo lo que mejor saben hacer.

La imagen se publicó como portada del número del 28 de diciembre de 2022 de la revista Geophysical Research Letters, y los informes explican que se utilizó una cámara capaz de capturar 40.000 fotogramas por segundo. En concreto, Saba fue el primer autor de esa publicación quincenal de la revista científica y explicó que la imagen fue tomada en una tarde de verano en Sao Jose dos Campos y muestra un rayo cargado negativamente que se dirige hacia el suelo a casi 370 km por segundo.

Varios metros antes de que llegue al suelo, la parte superior de los edificios y los pararrayos producen una descarga positiva ascendente que compite con la descarga descendente del rayo. La imagen de arriba procede de un vídeo reproducido a cámara lenta y captado a 25 milésimas de segundo justo antes de que el rayo estuviera a punto de alcanzar uno de los edificios. En la zona hay más de 30 pararrayos en la parte superior de los edificios, y la imagen muestra la importancia de tener un sistema de protección contra rayos correctamente instalado.

"Un fallo en la instalación dejó la zona desprotegida. El impacto de una descarga de 30.000 amperios causó daños enormes", explica Saba.

Los informes indican que, por término medio, en el 20% de los rayos se produce un intercambio de descargas eléctricas entre el suelo y las nubes. El 80% restante se produce dentro de las nubes. Saba explica que los rayos pueden alcanzar una longitud de 62 millas y transferir hasta 30.000 amperios, lo que equivale a hacer funcionar 30.000 bombillas de 100 vatios. Se han registrado casos de rayos que alcanzan los 300.000 amperios, y la temperatura típica de un rayo es de unos 54.032 grados Fahrenheit, es decir, cinco veces la temperatura de la superficie del Sol.

Los rayos existen por la fricción que se forma entre diferentes partículas, como el hielo, las gotas de agua y el granizo. Cada una de ellas libera una pequeña carga que crea polaridades entre las distintas zonas de la nube. Cuando se crean cargas eléctricas, se forma un rayo, que toma el camino de menor resistencia a través de la atmósfera de la nube. Normalmente, este camino es en zigzag, ya que no todas las partes de la nube contienen la misma carga eléctrica, lo que hace que el rayo tome a veces rutas extrañas.

Un pararrayos proporciona a un rayo una ruta fácil y segura hacia el suelo. Existe la creencia generalizada de que los pararrayos "atraen", "repelen" o incluso "descargan" los rayos. Saba afirma que esto no es cierto, y que los pararrayos simplemente proporcionan a los rayos una ruta directa hacia donde quieren ir, el suelo.

Fuentes, créditos y referencias:

FAPESP - Marcelo M. F. Saba et al, Close View of the Lightning Attachment Process Unveils the Streamer Zone Fine Structure, Geophysical Research Letters (2022). DOI: 10.1029/2022GL101482

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