Esta mega bolsa inflable podría resolver la basura espacial Y atrapar un asteroide

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La empresa TransAstra, con sede en California, está probando una bolsa de captura inflable disponible en diferentes tamaños, diseñada para capturar asteroides con fines mineros, como se muestra en esta ilustración. Crédito: TransAstra
La empresa TransAstra, con sede en California, está probando una bolsa de captura inflable disponible en diferentes tamaños, diseñada para capturar asteroides con fines mineros, como se muestra en esta ilustración. Crédito: TransAstra

A veces, las soluciones más ingeniosas nacen de ideas que parecen demasiado simples para un desafío tan grande. Una startup estadounidense, TransAstra, está apostando por un enfoque que rompe esquemas: una enorme bolsa inflable capaz de atrapar desde diminutos fragmentos de basura espacial hasta asteroides del tamaño de una casa. El concepto, que ya pasó por una prueba inicial dentro de la Estación Espacial Internacional, ahora está tomando forma a mayor escala para misiones reales. La primera captura de un asteroide está programada para 2028.

La compañía quiere abordar dos problemas a la vez: limpiar la creciente basura espacial que rodea la Tierra y abrir el camino para la minería de asteroides. Según reportó CNN, TransAstra apuesta por algo que otras tecnologías no han logrado combinar: bajo coste y alta adaptabilidad. De conseguirlo, su bolsa podría convertirse en una alternativa práctica a los brazos robóticos o sistemas de agarre mecánicos altamente complejos.

El primer paso serio se dio en octubre, cuando la empresa probó un prototipo de un metro de diámetro en la ISS. Fue desplegado en la esclusa para verificar su comportamiento en microgravedad y vacío. No se capturó ningún objeto —no era el objetivo—, pero la prueba de forma y despliegue se dio sin contratiempos. El hardware llegó a la estación a bordo de un Falcon 9 y quedó en manos de los astronautas para la evaluación.

El fundador de TransAstra, Joel Sercel, destacó la velocidad del desarrollo: “Pasamos de un dibujo en una pizarra a hardware listo para volar en siete meses. En la industria espacial, eso es algo casi imposible”. La bolsa está construida con una mezcla de kevlar y aluminio, lo que la hace ligera, resistente y capaz de adaptarse a objetos con formas muy irregulares.

Tras el éxito inicial, la empresa avanza hacia una versión de 10 metros, impulsada por un financiamiento de 5 millones de dólares —la mitad aportada por la NASA—. Primero se usará para limpiar basura espacial: atrapará satélites muertos y los moverá a órbitas seguras. Solo después, cuando el sistema demuestre fiabilidad, dará el salto a los asteroides.

Conjunto de telescopios Sutter. Crédito: TransAstra
Conjunto de telescopios Sutter. Crédito: TransAstra

Para saber qué capturar, TransAstra creó una red de telescopios especiales llamada Sutter, distribuidos en California, Arizona y Australia, con otro en planificación para España. Su función es detectar asteroides cercanos a la Tierra que viajan en órbitas estables y relativamente parecidas a las nuestras. Según Sercel, ya tienen identificados cientos de candidatos viables y el plan es recuperar el primero en 2028.

Pero el objetivo no es traer minerales de vuelta al planeta. Para la empresa, “eso no tiene sentido económico”. En cambio, los recursos se usarían en el espacio o servirían como materia prima para misiones de mayor alcance. Reduciría enormemente los costos comparado con enviar materiales desde la Tierra.

La bolsa de captura de TransAstra se encuentra a bordo de la Estación Espacial Internacional, donde se abrió por completo en la esclusa de aire Bishop de Voyager Technologies. Crédito: TransAstra
La bolsa de captura de TransAstra se encuentra a bordo de la Estación Espacial Internacional, donde se abrió por completo en la esclusa de aire Bishop de Voyager Technologies. Crédito: TransAstra

Aunque el gran sueño es la minería de asteroides, el camino empieza por algo más urgente: la basura espacial. Según Sercel, la versión de 10 metros podrá capturar satélites en órbitas cementerio que aún generan riesgos de navegación y trasladarlos a sitios seguros.

Investigadores externos ven potencial, pero también desafíos. Eleonora Botta, de la Universidad de Buffalo, considera que la bolsa es una propuesta inteligente, sobre todo por su capacidad para manejar objetos con formas y giros muy distintos. Aun así, advierte que ampliar el sistema y operarlo en órbita será un reto mayor. Su colega John Crassidis valora positivamente el sistema de telescopios, pero cree que apuntar a una misión con asteroides para 2028 podría ser demasiado ambicioso. Su pregunta principal es si habrá suficientes asteroides adecuados para justificar la inversión.

La industria ya ha visto intentos fallidos: Planetary Resources, Deep Space Industries y, más recientemente, Astroforge, cuyo satélite Odin perdió contacto tras el lanzamiento. Aun así, TransAstra llega con más apoyo financiero, socios estratégicos y una hoja de ruta que, por ahora, luce mucho más sólida.

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