Una misteriosa señal emerge de una galaxia inactiva y deja atónitos a los astrónomos

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Los astrónomos detectaron por primera vez la nueva FRB, bautizada como FRB 20240209A, en febrero de 2024 con el Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME). Crédito: CHIME, Andre Renard, Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica, Universidad de Toronto.
Los astrónomos detectaron por primera vez la nueva FRB, bautizada como FRB 20240209A, en febrero de 2024 con el Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME). Crédito: CHIME, Andre Renard, Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica, Universidad de Toronto.

Un descubrimiento revolucionario ha dejado a los astrónomos entusiasmados: una ráfaga de radio rápida (FRB), uno de los fenómenos más enigmáticos del cosmos, ha sido rastreada hasta una galaxia elíptica masiva que parece estar «muerta», es decir, carente de la típica actividad de formación estelar que se observa en las galaxias más jóvenes.

Las FRB son destellos de ondas de radio extraordinariamente brillantes, de milisegundos de duración, que se originan en partes distantes del universo. Detectadas por primera vez en 2007, sus orígenes han desconcertado a los científicos desde entonces. El origen de estos intensos estallidos sigue siendo uno de los mayores misterios de la astrofísica. Este último hallazgo, que relaciona una FRB con una galaxia elíptica, añade otra fascinante pieza al rompecabezas.

La FRB en cuestión, bautizada como FRB 202301A, fue localizada en una galaxia elíptica situada a unos 2.000 millones de años luz. Las galaxias elípticas suelen estar formadas por estrellas más viejas y de menor masa, y se cree que han agotado la mayor parte del gas y el polvo necesarios para formar nuevas estrellas. Por este motivo, a menudo se las denomina galaxias «rojas y muertas». La presencia de una FRB en un entorno de este tipo desafía las suposiciones previas de que estas explosiones están relacionadas principalmente con galaxias jóvenes con formación estelar.

Este hallazgo es significativo porque amplía la gama de posibles entornos en los que pueden producirse los FRB. Hasta ahora, muchas FRB se habían asociado a regiones de intensa formación estelar, donde se pensaba que abundaban las estrellas jóvenes y masivas y las magnetares (estrellas de neutrones altamente magnetizadas). El descubrimiento de FRB 202301A en una galaxia «muerta» sugiere que otros mecanismos o tipos de progenitores podrían ser los responsables de generar estas explosiones.

El mecanismo exacto de las FRB sigue sin estar claro, pero se han propuesto varias teorías. Entre las principales explicaciones se encuentran las siguientes

Magnetares: Se trata de estrellas de neutrones con campos magnéticos extremadamente fuertes que pueden liberar enormes cantidades de energía en ráfagas cortas.

Actividad de los agujeros negros: Algunas FRB podrían estar relacionadas con la actividad en torno a agujeros negros supermasivos o con las colisiones de objetos compactos como las estrellas de neutrones.

Física exótica: También se han sugerido ideas especulativas, como interacciones en las que interviene la materia oscura o incluso la inteligencia extraterrestre, aunque éstas permanecen al margen del debate científico.

La galaxia anfitriona de FRB 202301A carece de los ingredientes típicamente asociados con la formación de magnetares, lo que plantea interrogantes sobre si podría estar en juego un proceso alternativo. Una posibilidad es que el FRB se haya originado a partir de un magnetar más antiguo formado durante una explosión estelar anterior en la galaxia. Otra posibilidad es que el estallido esté relacionado con el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia o con algún otro proceso astrofísico aún desconocido.

El descubrimiento fue posible gracias a técnicas de observación de vanguardia. Gracias a una combinación de datos de radiotelescopios y algoritmos avanzados, los investigadores pudieron determinar la ubicación exacta de la FRB 202301A con notable precisión. Esto les permitió identificar su galaxia anfitriona y analizar sus propiedades, proporcionando un contexto crucial para el origen de la explosión.

El descubrimiento de una FRB en una galaxia elíptica muerta subraya la necesidad de una perspectiva más amplia en el estudio de estos enigmáticos fenómenos. Sugiere que las FRB podrían surgir en entornos más diversos de lo que se pensaba, lo que podría requerir nuevos modelos para explicar sus orígenes.

Con la llegada de telescopios de nueva generación, como el Square Kilometre Array (SKA), y la mejora de las instalaciones existentes, los científicos están preparados para detectar y estudiar muchas más FRB en los próximos años. Cada nuevo descubrimiento contribuirá a nuestro conocimiento de estos destellos cósmicos y de las condiciones extremas que los producen.

Por el momento, la FRB 202301A nos recuerda la capacidad del Universo para sorprendernos y desafiar nuestras suposiciones. A medida que los investigadores sigan indagando, esta misteriosa explosión podría acercarnos un poco más a desentrañar los secretos del cosmos.

Fuentes, créditos y referencias:

A repeating fast radio burst source in the outskirts of a quiescent galaxy, The Astrophysical Journal Letters. iopscience.iop.org/article/10. … 847/2041-8213/ad9ddc . On arXiv: DOI: 10.48550/arxiv.2410.23374

The massive and quiescent elliptical host galaxy of the repeating fast radio burst FRB 20240209A, The Astrophysical Journal Letters (2025). iopscience.iop.org/article/10. … 847/2041-8213/ad9de2 , arxiv.org/abs/2410.23336

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