Los dinosaurios podrían haber evolucionado primero en el Sáhara y la selva amazónica

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El Nyasasaurus podría ser el primer dinosaurio conocido o un pariente cercano de los primeros dinosaurios. Crédito: Mark Witton/The Trustees of the Natural History Museum, Londres
El Nyasasaurus podría ser el primer dinosaurio conocido o un pariente cercano de los primeros dinosaurios. Crédito: Mark Witton/The Trustees of the Natural History Museum, Londres

Un estudio pionero ha arrojado nueva luz sobre los misteriosos orígenes de los primeros dinosaurios, sugiriendo que estas criaturas prehistóricas surgieron por primera vez en lo que hoy es la cuenca del Amazonas. Esta revelación no sólo reescribe capítulos significativos de la historia paleontológica, sino que también profundiza nuestra comprensión de los antiguos ecosistemas de la Tierra.

La investigación, publicada en enero de 2025, se basa en exhaustivos análisis de fósiles y estudios geológicos realizados en la selva amazónica. Los científicos descubrieron pruebas de que la región, considerada durante mucho tiempo como un punto caliente de biodiversidad en los tiempos modernos, fue también una cuna de la evolución de los dinosaurios durante el período Triásico Tardío, hace unos 230 millones de años.

Se descubrieron restos fosilizados de parientes primitivos de los dinosaurios y otros reptiles contemporáneos en formaciones de roca sedimentaria enterradas bajo la densa vegetación del Amazonas. Estos fósiles, junto con avanzadas técnicas de datación radiométrica, indican que algunos de los primeros dinosaurios se originaron en este entorno tropical, que era muy diferente de la selva tropical que conocemos hoy en día. En lugar de una vegetación exuberante, la zona se caracterizaba por extensas llanuras aluviales y humedales estacionales, que proporcionaban un hábitat ideal para las primeras especies de dinosaurios.

Los hallazgos ponen en tela de juicio la creencia de que los dinosaurios aparecieron por primera vez en las zonas meridionales del supercontinente Pangea, como las actuales Argentina y Sudáfrica. Aunque estas regiones han proporcionado importantes fósiles de dinosaurios del Triásico, los especímenes recién descubiertos en el Amazonas sugieren que la historia evolutiva es más compleja de lo que se pensaba. Es posible que la cuenca del Amazonas sirviera de eje central de la diversificación de los primeros dinosaurios y que las especies se extendieran a otras partes de Pangea.

Este descubrimiento también apunta a la posibilidad de que existan yacimientos de fósiles aún por descubrir en otras partes del Amazonas, que sigue siendo una de las regiones menos exploradas de la Tierra debido a su densa vegetación y a la dificultad del terreno.

Además de modificar nuestra comprensión de los orígenes de los dinosaurios, el estudio tiene implicaciones más amplias para la ciencia. Destaca la importancia de preservar la selva amazónica, no sólo por su biodiversidad moderna, sino también como tesoro de la historia antigua de la Tierra. Cada descubrimiento sirve para recordar las intrincadas conexiones entre los ecosistemas del pasado y del presente.

Los investigadores subrayan que los fósiles hallados en el Amazonas aportan datos cruciales sobre la adaptación de los primeros dinosaurios a su entorno. Estas adaptaciones, como esqueletos ligeros y locomoción bípeda, probablemente les dieron una ventaja para sobrevivir a las condiciones volátiles del periodo Triásico.

Los autores del estudio piden que se siga explorando el potencial paleontológico del Amazonas. Los avances tecnológicos, como la teledetección y el radar de penetración en el suelo, podrían ayudar a localizar más yacimientos ricos en fósiles sin causar alteraciones significativas en la selva tropical. La colaboración entre las comunidades locales, los gobiernos y los equipos de investigación internacionales será esencial para descubrir más secretos ocultos bajo la superficie del Amazonas.

Fuentes, créditos y referencias:

Accounting for sampling heterogeneity suggests a low palaeolatitude origin for dinosaurs, Current Biology (2025). DOI: 10.1016/j.cub.2024.12.053.

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