Starliner no llevará astronautas pronto—NASA explica por qué

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Fotografía cortesía de la NASA: la cápsula espacial Boeing Starliner, que transporta a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, se acerca a la Estación Espacial Internacional el 6 de junio de 2024. Crédito: NASA vía AP, Archivo.
En esta fotografía proporcionada por la NASA, la nave espacial Boeing Starliner con los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a bordo se acerca a la Estación Espacial Internacional el 6 de junio de 2024. Crédito: NASA vía AP, Archivo

La NASA puso fin a meses de rumores al confirmar que el próximo vuelo del Starliner de Boeing no llevará a ningún astronauta. El vehículo viajará solo con carga hacia la Estación Espacial Internacional, y si todo sale según lo previsto, el lanzamiento ocurrirá no antes de abril de 2026. La decisión llega tras una larga cadena de problemas técnicos que obligaron a la agencia a replantearse cómo seguir con el programa.

La agencia explicó que aún quedan pruebas exigentes por completar para certificar el sistema, especialmente el módulo de propulsión. Cuando NASA habla de “certificación”, se refiere al proceso que garantiza que cada parte de la nave cumple estándares de seguridad estrictos antes de permitir vuelos tripulados.

Steve Stich, responsable del Programa de Tripulación Comercial, afirmó que tanto NASA como Boeing están probando sin descanso los sistemas que dieron problemas, con la intención de habilitar hasta dos posibles vuelos el próximo año. Sin embargo, la prioridad ahora es que el vehículo sea totalmente fiable, incluso si eso significa modificar los planes originales.

Ese cambio ya es oficial. El contrato firmado en 2014 contemplaba seis misiones tripuladas una vez el Starliner fuera certificado. Ahora, la primera misión —Starliner-1— se transforma en una operación de carga, con opción a realizar hasta tres vuelos más antes del retiro de la estación alrededor de 2030.

Mientras tanto, la comparación con SpaceX es inevitable. Su nave Dragon completó su vuelo de prueba tripulado en 2020 y rápidamente pasó a operaciones rutinarias. Desde entonces ha transportado astronautas sin mayores contratiempos, convirtiéndose en el vehículo “de confianza” de la NASA mientras Boeing enfrenta obstáculos técnicos.

El historial del Starliner no ha sido sencillo. Su primer vuelo en 2019, sin tripulación, sufrió fallos de software que casi terminan en desastre. El vehículo no logró llegar a la estación y estuvo a punto de perderse tanto después del lanzamiento como antes de reingresar en la atmósfera.

El 6 de junio de 2024, la cápsula Boeing Starliner se aproxima a la Estación Espacial Internacional para efectuar su primera maniobra de acoplamiento. Crédito: NASA vía AP, Archivo.
La nave espacial Boeing Starliner se prepara para acoplarse a la Estación Espacial Internacional por primera vez el 6 de junio de 2024. Crédito: NASA vía AP, Archivo

En 2022, durante el segundo vuelo también sin tripulación, la nave sí alcanzó la estación, aunque no sin presentar problemas en algunos propulsores. Esta prueba estaba destinada a abrir la puerta a su primer vuelo con astronautas, pero retrasó el proceso más de lo previsto.

Aun así, tras dos años de ensayos desde tierra, en 2024 finalmente despegó con dos astronautas: Butch Wilmore y Suni Williams. Durante su aproximación a la estación volvió a presentar fallos serios en varios propulsores. La NASA no reveló la gravedad del problema sino hasta casi un año después, cuando se supo que la misión podía haber sido crítica.

La nave logró acoplarse, pero la agencia le comunicó a Boeing que regresaría sin astronautas. Para traer a Wilmore y Williams, una nave Dragon despegó con solo dos tripulantes —en lugar de los cuatro habituales— dejando espacio para ambos en el viaje de vuelta en marzo de 2025.

Desde entonces era evidente que Boeing necesitaría volar otra misión sin tripulación para demostrar que el sistema de propulsión es seguro. El módulo donde se produjeron las fallas —el “módulo de servicio”— se desprende antes del reingreso, lo que complica enormemente el análisis de lo sucedido. Este componente contiene los propulsores que permiten maniobrar en el espacio y es imposible recuperarlo tras la misión, lo que deja pocas oportunidades para inspeccionarlo directamente.

La confirmación oficial llegó ahora: el Starliner volará sin personas mientras intenta recuperar la confianza de la NASA. Hasta entonces, Dragon seguirá siendo el vehículo que garantiza transporte seguro hacia la órbita baja.

Fuentes, créditos y referencias:

Fuente: NASA

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